Según pudo saber LA NACION, ese paper contiene 20 puntos en los que el Gobierno reconoce que cedería recursos para los sectores del trigo, la carne, la leche y para los productores afectados por la sequía.
"El número no está cuantificado, pero habrá dinero. Y para comenzar a hablar se usará exactamente el documento de De Vido y Biolcati", confió una alta fuente oficial.
"Si el campo comienza la reunión con el reclamo de la rebaja de las retenciones, la negociación fracasará", agregó. El Gobierno no accederá a ese reclamo por el impacto fiscal que implicaría. Es por ello que el agro no lo plantearía en el primer lugar de la agenda para no obstruir el diálogo, sino que buscaría un compromiso oficial de tratarlo más adelante.
"Para que haya recursos para la leche y la sequía tiene que haber retenciones a la soja", razonó un funcionario allegado al ex presidente Néstor Kirchner.
El agro se concentraría, en cambio, en despejar conflictos más urgentes como el de las trabas en exportaciones de carne, leche y trigo, economías regionales y sequía. Está dispuesto a lograr un acuerdo, aunque para ello deba postergar un tiempo el reclamo por las retenciones.
Para Kirchner es clave solucionar el conflicto rural para enfrentar con mayor fortaleza la crisis económica y llegar así con más oxígeno político y fiscal a las elecciones de octubre.
Las reuniones confidenciales entre De Vido y Biolcati fueron reveladas el miércoles último por la Casa Rosada, lo cual acentuó la tensión por la violación del secreto. Sin embargo, De Vido le remitió anteayer a la ministra de la Producción, Débora Giorgi, el mencionado borrador -calificado de "cosmético" por Biolcati- para que ella lo negocie en su primera reunión con el agro, pasado mañana.
El borradorAntes de dirigirse a ese encuentro, Biolcati; Mario Llambías, de Confederaciones Rurales; Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, y Carlos Garetto, de Coninagro, analizarán los 20 puntos para unificar posiciones. Se trata de acuerdos de corto alcance, como los siguientes:
Estas medidas permitirían recuperar los precios de carne, leche y trigo, deprimidos por la intervención oficial, con caídas de producción.