onseguir el registro de conductor profesional en Buenos Aires es mucho más fácil que en otras ciudades. Mientras que afuera exigen aprobar largos cursos teóricos y sumar horas de manejo, en la Capital alcanza con superar un curso de seis horas, un examen en pista y no tener antecedentes criminales. El resto es casi lo mismo que se le pide a cualquier conductor.
La falta de mayores requisitos se contradice con la cantidad de horas que pasa un taxista o remisero en el auto. Sus jornadas suelen ser de diez o doce, y por lo tanto el riesgo que tienen de provocar o sufrir accidentes es mucho más alto.
Londres es el ejemplo de mayor exigencia: allí quien quiera ser taxista primero debe aprobar un curso que dura cuatro años. En Nueva York los choferes deben someterse periódicamente a tests de drogas, y no pueden renovar la licencia si cometieron más de tres infracciones. Y hasta en Santiago de Chile hay que pasar por una capacitación de un mes y medio.
Pero en Buenos Aires los requisitos son parecidos a los que se les piden a los particulares. Para conseguir el registro profesional primero hay que presentar el DNI con domicilio obligatorio en la Ciudad. También el certificado de Reincidencia, en el que no deben figurar causas penales abiertas. Y deben pasar por un examen psicofísico común. Sólo pueden iniciar el trámite quienes tengan al menos un año de licencia de conductor particular.
Luego hay que hacer un curso de seis horas en dos días (tres cada uno), en el que los aspirantes reciben algunas nociones de "manejo defensivo" (consejos para evitar accidentes) e información útil para moverse en la Ciudad, como las direcciones de los hospitales o cómo llegar más rápido hasta un centro de salud. Tras esto, pasan por un examen teórico, que aprueban con un 75% de respuestas correctas. Y luego van a la pista, donde deben hacer las mismas maniobras que cualquiera, como estacionar o circular marcha atrás. Si aprueban todo, les dan un carné que vence a los cinco años (o menos según la edad o si los médicos detectaron algún problema de salud).
Para renovar la licencia alcanza con volver a presentar el certificado de antecedentes y con pasar por una charla de 50 minutos sobre seguridad vial. Nada más.
Para los choferes, el nivel de requisitos es suficiente. Luis Fernández, presidente de la Asociación de Taxistas de Capital, aseguró: "No es tan sencillo, las exigencias son normales. Debemos tener domicilio obligatorio en Capital, lo que sí o sí implica que nos sometamos al scoring, y presentar el certificado de antecedentes. Hace unos años tuvimos a un compañero que le había quedado una causa abierta porque había sido preso político de la Dictadura, y sin embargo no querían darle el registro porque decían que tenía antecedentes". El tema del certificado de antecedentes quedó en primera plana hace un mes, cuando se descubrió que José Luis Rodríguez, un taxista asesinado a balazos en el centro, había tenido antecedentes penales. En la Ciudad dijeron entonces que el chofer tenía los papeles en regla porque en el certificado no habían aparecido causas abiertas.
Pero los especialistas en tránsito y seguridad vial piden más requisitos. Alberto Silveira, de Luchemos por la Vida, aseguró: "Se debería tender a darle la licencia a quien acredite profesionalidad en el manejo. Ahora no se hacen pruebas de manejo seguro, el examen en la pista no garantiza que esa persona efectivamente conduzca bien y respete las normas de tránsito. Sería bueno, por ejemplo, que se otorgaran licencias graduales, renovables por poco tiempo hasta que esa persona demuestre ser apto como conductor profesional, por ejemplo si no cometió infracciones. Pero hoy le dan una licencia por cinco años a una persona que sólo tiene como experiencia un año de conductor particular". En otras ciudades sí se aplican las licencias con plazos progresivos.
En tanto, Gustavo Brambati, gerente de seguridad vial del Centro de Estudios de Seguridad Vial (CESVI), sugirió que se hagan "cursos para acreditar horas de manejo, de la misma manera que un piloto de avión debe sumar horas de vuelo. Sería bueno que se los examinara mientras conducen en la Ciudad y en distintos horarios, porque no es lo mismo manejar de día que de noche con luz natural. Sólo viéndolo conducir en la calle, con todo el tránsito, se puede saber si una persona maneja responsablemente o no".
Por su parte, Eduardo Bertotti, del Instituto de Seguridad y Educación Vial, sumó: "Hoy parece una noción olvidada, pero el taxi no deja de ser un servicio público, y por lo tanto quien lo brinde debería cumplir con varias exigencias".
Por supuesto que no se puede generalizar, pero cualquier que tome taxis verá que hay conductores que no respetan las normas básicas. Por ejemplo, el típico caso de los que se cruzan el cinturón de seguridad sobre el pecho pero no lo abrochan porque les "molesta". ¿Es confiable un conductor que ni siquiera se cuida a sí mismo?
En el Gobierno porteño prometen hacer algunos cambios. Darío Costa, director de Licencias, informó: "durante este año entrará en vigencia la reglamentación de la ley 2.148, así mejoraremos los cursos para los conductores profesionales. Con el esquema actual, se le da un mismo curso a alguien que quiere ser taxista que a quien quiere ser camionero, por ejemplo. Con la nueva reglamentación, y trabajando en conjunto con los gremios, haremos cursos específicos para taxistas, colectiveros, etc. Además, estamos estudiando realizar examenes en simuladores o en la calle, aunque para ello deberíamos modificar otras normativas".
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