lunes, 2 de marzo de 2009

España: amplio triunfo del Partido Popular en las elecciones regionales de Galicia

El conservador Partido Popular (PP) logró ayer un claro triunfo en las elecciones regionales gallegas y se aseguró la vuelta al poder de la mano de Alberto Núñez Feijóo, luego de un período de gestión en manos del socialista Emilio Pérez Touriño que buscaba su reelección.

Escrutados el 96,96 por ciento de los votos, el PP alcanza la mayoría absoluta de 39 escaños frente a los 24 con los que se queda el Partido Socialista de Galicia (PSdeG) y los 12 del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) su aliado en el gobierno.

Núñez Feijóo definió como "histórica" la victoria y tras confesar que su alegría "sólo es superada por el sentimiento de responsabilidad", puso su "trabajo y sacrificio a disposición" de los gallegos.

En una declaración sin preguntas, Feijóo proclamó "humilde y solemnemente" que el PP "ganó las elecciones" y agradeció el "caudal de confianza" que el electorado le dio en las urnas.

"El pueblo gallego ha hablado alto y claro", manifestó en una conferencia que tuvo lugar en la sede regional del partido y en la que estuvo acompañado por su familia, sus más estrechos colaboradores y varios dirigentes del PP gallego.

Conocidos los resultados, Pérez Touriño felicitó telefónicamente a Núñez Feijóo, quien se encuentra en su bunker de Santiago de Compostela, donde se esperaba la llegada de destacados dirigentes del partido de las cuatro provincias gallegas para celebrar la victoria electoral, que permite a los populares recuperar la Xunta después de casi cuatro años, informó la agencia de noticias Europa Press.

"Espero que ahora las cosas transcurran de la forma positiva que Galicia se merece y que acaba de expresar", manifestó Pérez Touriño en Santiago de Compostela tras admitir el triunfo de los conservadores, informó por su parte la agencia de noticias DPA.

El PSdeG retrocedió un escaño respecto a 2005, quedándose con 24 parlamentarios, y retrocedió del 33 por ciento de apoyos al 29,89 por ciento. Esto, sumado, al dos por ciento de apoyos que dejó el BNG, que también perdió un escaño.

Con este resultado y la buena elección realizada en el País Vasco -en donde con los 13 escaños logrados puede llegar a formar gobierno con los socialistas y desbancar a los nacionalista del poder- el presidente del PP, Mariano Rajoy, fortalece su liderazgo con vista a las próximas elecciones nacionales.

Por el contrario, el presidente de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero sufre hoy una de sus primeras derrotas después de haber ido incrementado sus resultados electorales en prácticamente los últimos nueve años.

No obstante, la pérdida de Galicia también se compensa, en parte, con el buen resultado cosechado por el PSE en el País Vasco, que al sumar seis escaños a los 18 que registró en las elecciones de 2005, puede llegar a gobernar y convertir a Patxi López en el primer socialista que gobierne esa región.

Lo cierto es que tanto los comicios gallegos como vascos se presentaron, en buena medida, como una batalla entre Rajoy y Zapatero por lo que ambos se estaban jugando en ambas elecciones.

El líder popular se enfrentaba a los primeros comicios después de la renovación del PP que llevó a cabo en el Congreso de Valencia y tras la derrota de las elecciones generales del pasado año.

Y aunque nunca lo admitió, así lo atestiguan los más de 7.000 kilómetros recorridos en Galicia e incluso el vídeo de cierre de campaña en el que todo el tiempo aparecía su figura y apenas se veían un par de imágenes del candidato popular a la Xunta, Núñez Feijoo.

Como contrapartida, las muchas denuncias que recibió Pérez Touriño sobre gastos excesivos, más las denuncias que a nivel nacional alcanzaron al ministro de Justicia de Zapatero que finalmente debió renunciar, terminaron pesando en la decisión del electorado gallego.

La fabulosa crisis económica que golpea a todo Europa pero en especial a España, donde la desocupación creció en gran medida en los últimos meses, terminó perjudicando también al oficialismo socialista de Galicia.

En ese sentido, jugó a favor del PP la decisión de Pérez Touriño de no adelantar las elecciones gallegas para octubre o noviembre pasado, a pesar de que desde Madrid le aconsejaban que lo hiciera ante la previsión de que empeorara la situación económica y eso pudiera repercutir negativamente en el resultado socialista.

Los nacionalistas vascos perdieron la mayoría y pueden dejar el poder

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) perdió la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas celebradas hoy en el País Vasco, por lo que por primera vez en 30 años puede ceder el poder tras los comicios celebrados ayer en esa región del norte de España, donde ya se escrutó la totalidad de los votos.

A pesar de que el PNV del actual lehendakari (jefe de gobierno) Juan José Ibarretxe, obtuvo 30 escaños frente a los 24 del Partido Socialista (PSE) de Patxi López, la suma con las bancas de sus actuales socios de gobierno - Eusko Alkartasuna (EA) e Izquierda Unida (IU-EB)-, no llega a los 38 que requiere la mayoría absoluta.

Así, aunque la independentista Aralar le sumara los cuatro escaños logrados, Ibarretxe resignaría el cargo a manos de López quien podría sellar un acuerdo de gobierno con los "populares" y con Unión, Progreso y Democracia (UPD) que alcanzó un escaño.

Con el escrutinio completo, el reparto en el nuevo Parlamento de Vitoria es el siguiente: PNV sube a 30 escaños; el PSE asciende a 24; el PP llega a 13; EA tiene 1, EB, consigue también 1, Aralar sube a 4 y UPyD logra en su estreno un representante, informó la agencia de noticias DPA.

La abstención, que en 2005 fue del 32 por ciento, ayer se elevó a 34,22 por ciento y, tal cual advertían los pronósticos, terminó reforzando las posibilidades del PSE sobre Ibarretxe.

El crecimiento de 7 escaños de la candidatura socialista, más una pérdida de apoyo menor a la prevista por los sondeos para el PP, sumado a la entrada de UPyD en el Parlamento, configuran una arena política en la que la incógnita sobre quién será el próximo lehendakari queda a expensas de los futuros acuerdos.

"Me siento legitimado para liderar el cambio", proclamó exultante Patxi Lopez frente a un grupo de sus seguidores, tras una comparecencia en la que confirmó que presentará su candidatura para ser el próximo jefe de gobierno vasco.

En tanto, el candidato del PP, Antonio Basagoiti, aseguró que el resultado de ayer pone de manifiesto que su partido es "decisivo" y "determinante" para conseguir un cambio de gobierno.

"Si el PSE no engañó a los vascos durante la campaña, es probable que haya cambio", sentenció Basagoiti. Asimismo, afirmó que, en las negociaciones defenderá "la aplicación del estatuto vigente, la lucha contra el terrorismo de ETA, la Constitución y la defensa de las libertades".

Por su parte, la portavoz de la izquierda abertzale (independentista), Itziar Lopategi, aseguró ayer que intentarán "validar por todos los medios" los "más de 100.000 votos obtenidos", en referencia a los votos contabilizados como nulos.

La izquierda llamó a anular el voto poniendo en la urna boletas de los proscriptos partidos proetarras.

Lopategi, que realizó estas declaraciones desde el local donde la izquierda abertzale hizo el seguimiento de la noche electoral, consideró "muy positivos los resultados obtenidos, teniendo en cuenta la campaña que se ha llevado a cabo".

Según denunció, "se ha desatado una verdadera caza de brujas represiva contra la izquierda abertzale" y el objetivo ha sido "intentar por todos los medios evitar nuestra participación".

"Sin embargo, hemos participado, hemos hecho campaña y hemos conseguido más de 100.000 votos, que lo que hacen es validar el proyecto de la izquierda abertzale que, a fin de cuentas, es el proyecto de la mayoría de la sociedad vasca", subrayó.

Fuente: http://www.telam.com.ar/vernota.php?tipo=N&idPub=136960&id=278965&dis=1&sec=1

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