WASHINGTON.? "Es absolutamente necesario que el tema de la violencia contra la mujer deje de ser visto como un problema doméstico para transformarse en un delito, como lo es un robo. Y para eso debe haber un cambio de actitud en muchos actores sociales."
Con esa premisa fue creado el Centro Global para la Mujer y la Justicia de la Fundación Avon, que funciona en la Cornell University Law School, en esta capital. Su objetivo es ofrecer investigaciones y análisis de casos y tiene como principales destinatarios a abogados, jueces y funcionarios públicos de todo el mundo.
"Queremos lograr que mejore el acceso a la Justicia para las mujeres que sufren violencia", sintetizó Sital Kalantry, directora del nuevo centro, quien sostuvo que se busca interactuar con dirigentes tanto de dependencias públicas (hizo especial énfasis en el rol que deben cumplir los Estados) como de organizaciones no gubernamentales, para lograr que recurrir a la Justicia no sea una experiencia traumática o riesgosa para las víctimas, sino una solución eficaz al problema que sufren.
El evento en el que la Fundación Avon anunció la creación del centro de investigaciones en la capital norteamericana, con una inversión de 1.750.000 dólares, se hizo en forma paralela al foro global de la Asociación Internacional de Mujeres Juezas.
Allí, la ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Elena Highton de Nolasco destacó que el máximo tribunal argentino "es el primero y único que tiene una oficina de violencia doméstica", a la que pueden acudir las víctimas y recibir asesoramiento sobre los pasos a seguir para protegerse y, eventualmente, recibir atención médica y psicológica.
En diálogo con La Nacion, la jueza apuntó que desde su creación, en septiembre último, la oficina recibe 600 denuncias por mes, sin contar los casos que sólo suponen una consulta informativa. "El 86 por ciento de las víctimas son mujeres, y del restante 14%, la mitad son niños", detalló.
La ministra de la Corte agregó que varias provincias tienen interés por reproducir la experiencia desde los tribunales locales, y para ello ya viajaron equipos técnicos del máximo tribunal de la Nación a Misiones y Salta.
La creación del centro de investigaciones de Avon (que puede visitarse en www.lawschool.cornell.edu/womenandjustice ) responde ?según explicó Andrea Jung, directora ejecutiva de la empresa? a la decisión de profundizar el trabajo sobre esta cuestión, incluida desde 2004 en los programas de responsabilidad social de la compañía. Más allá de la formación que ahora se busca dar a jueces y funcionarios, un eje de las campañas, desde su origen, es lograr que las mujeres que son víctimas de la violencia "alcen la voz" para denunciar abusos.
Según Jung, el modelo de negocios de la firma, con revendedoras que trabajan por cuenta propia, "ayuda a que las mujeres tengan independencia económica, que es algo que permite salir de una relación abusiva".
Además, agregó, la relación de confianza "de mujer a mujer" (entre vendedoras y clientas) ayuda a la apertura necesaria para hablar de una problemática que, por lo general, está agravada por su alto nivel de ocultamiento.
"Una cuestión importante es tomar conciencia de que la violencia no es una cuestión de otros, sino que es algo que ocurre a personas de cualquier clase social", reflexionó Silvia Zubiri, directora ejecutiva de la Fundación Avon en la Argentina.
En el país, comentó, se distribuyeron folletos informativos a través de la red de revendedoras y de organizaciones sin fines de lucro, mientras que ahora se está trabajando en un convenio con Amnistía Internacional para capacitar a periodistas que ayuden a difundir la problemática.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1117833
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