miércoles, 3 de junio de 2009

Un espacio donde la integración va más allá

A los estudiantes con discapacidad se les dan posibilidades laborales una vez que terminan con su educación formal

Cuando Soledad Alari llevó su tortuga a la escuela, no sabía que se convertiría en la primera de las 12 que hoy habitan el tortugario de la granja educativa de la Escuela Redondel. Esta especie necesita condiciones especiales para poder reproducirse, que se lograron con el calor de un termotanque que hizo las veces de incubadora; así nacieron las crías.

Desde hace cinco años, la Fundación Redondel y la Escuela de Educación Especial y el Centro de Formación Laboral ampliaron su propuesta educativa dirigida a chicos con discapacidad mental, al desarrollar parte de las actividades pedagógico-educativas con una orientación agropecuaria y ecológica. Con el fin de proporcionar a los alumnos herramientas que favorezcan su integración social y laboral, inauguraron una granja educativa en un predio de cinco hectáreas en el partido de San Vicente.

Los alumnos, ex estudiantes que participan del programa de trabajo con apoyo, y los docentes reciben a contingentes de escolares y de jubilados con visitas guiadas. Todos se muestran ansiosos por contar su experiencia y lo mucho que saben sobre conejos, gallinas, el invernáculo y la huerta.

Allí se desarrollan también los talleres de Huerta, Granja y Artesanías Campestres, a los que asisten 200 alumnos por día. El hecho de que no todos estén alfabetizados no es un impedimento: cada cartel, herramienta e indicación tiene su dibujo y su color para facilitar la identificación.

Cuando los chicos terminan el colegio, tienen grandes dificultades para insertarse en el mercado laboral. Por eso, el grupo de trabajo con apoyo les brinda herramientas y espacios donde poder empezar a desarrollarse.

Soledad tiene 22 años y asiste a esta escuela desde los 15. Además de desempeñarse como pasante en una fábrica de pastas, es guía en la granja educativa. Fabián Oller, por ejemplo, hace una pasantía en la municipalidad de San Vicente y Ariel Matías Avalos es el encargado de cuidar a los conejos.

Silvana Rocco, coordinadora de la granja, opina que "crear este espacio fue una necesidad de dar respuesta a la inclusión del entorno natural en el proceso de aprendizaje". Para Sandra Bravo, docente que lleva 17 años en el colegio, es sorprendente cómo "cada proyecto se articula y se sostiene. Esto entusiasma no sólo al maestro, sino también a los chicos". Al mismo tiempo, brindan a la comunidad la posibilidad de llevar tortugas a su reserva.

Datos de contacto: 4243-4896 / 1735 / 0831; escuelaredondel@gmail.com y www.redondel-escuela.com.ar


Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1134449

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