sábado, 23 de mayo de 2009

Una Ventana abierta al mundo

Sierra de la Ventana es uno de los parajes turísticos típicos de la provincia de Buenos Aires. Trekking, cabalgatas, y deportes extremos son algunas de las principales actividades de la región.

A 560 km de la ciudad de Buenos Aires, la comarca turística Sierra de la Ventana muestra una secuencia de cerros, cascadas, rocas, piletones de 14 metros de profundidad y planicies de no menos de 150 metros de largo, reverdecidas por helechos de hasta dos metros de alto.

Con un característico cordón de sierras, algunas de ellas formadas por la naturaleza hace 280 millones de años, tiene diferentes opciones de actividades pero por sobre todas, Sierra de la Ventana se destaca por ser un paraje ideal para el descanso.

Hacia el oeste, el cerro Tres Picos es el primero de la figura panorámica que, de izquierda a derecha, completan el Napostá Grande, el Bahía Blanca, el Destierro, el Ventana y las parcelas verde-amarillentas de la estancia Las Vertientes.

Después de trepar tres horas el cerro Ventana se descubre la razón de tanta fama. Desde allí se puede apreciar el valle, de suelo irregular y lleno de obstáculos que desde arriba parecen una pintura. Allí, como se aprecia en la foto, la ventana se presenta de cuerpo entero y su fondo sin pared, abierta al vacío.

Unos ocho metros de alto, doce de profundidad y cinco de ancho son las dimensiones del refugio.

También es posible divisar las ruinas del Club Hotel de Villa Ventana, el otro coloso que creó la aristocracia en 1911 y también gozó de fama (llegó a ser considerado el hotel más lujoso del país), aunque efímera.

Pero también es alza como un polo interesante desde la historia y la cultura. En las sierras hay pinturas rupestres que colorean a 1.100 metros de altura y conjuntos de menhires "acomodados" en círculo cerca del cerro Ventana. "Serían vestigios de la cultura "ceh che et", que significa "gente de las sierras", anterior a la llegada de los españoles, cuando los conquistadores se encontraron con tehuelches y pampas", explica el guía Sergio Marto.

En el último verano sorpren- dió la cantidad de turistas que se acercaron a la visita guiada gratuita que se realiza a una fábrica de quesos y la bodega de vinos Ventania, muy cerca de la ciudad en Saldungaray, donde también se elaboran dulces de frutas.

Y por si fuera poco, además existen múltiples circuitos de trekking que recorren los valles y las laderas de los cerros, para los que deciden un paseo matinal.

Otra de las opciones convocantes para los turistas son las cabalgatas. Desde el valle se escucha como el agua cristalina del arroyo Ventana (emblema del Parque Provincial Tornquist) surca las piedras y empieza a marcar el paso de las travesías que terminan en la tarde, momento ideal para cerrar el día con mate y una vista imperdible. Es hora de ir a disfrutar.

Alternativas en un paraje tranquilo
Muy cerca de Sierra de la Ventana, hay varias localidades que conforman una comarca. Entre los pueblos cercanos, Villa Ventana, se destaca por una geografía llena de cabañas de troncos, jardines floridos y calles cubiertas por túneles de pinos.

Allí los precios de alquiler de cabañas van de los $140 por día a los $350, y más si la oferta viene de un spa. El valle se llena de visitantes que elijen el lugar por la tranquilidad.

Uno de los atractivos del relajo es la pesca de trucha arcoiris con mosca, que se realiza con devolución obligatoria. Allí, los ejemplares tienen entre 40 y 45 cm, fruto de la siembra realizada por la familia Tornquist antes de 1904. Pero además, la oferta crece con las estancias, que combinan aventura, tareas rurales y comida regional. Por ejemplo, el casco inglés de Cerro de la Cruz, a 3 km de Sierra de la Ventana, es una obra de arte diseñada por el arquitecto Bustillo en piedra y madera muy visitada.


Fuente: http://www.ee.larazon.com/ediciones/2009/05/23/N1_8N1.asp

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